martes, 11 de mayo de 2010

Mandalas



El término mandala proviene del sánscrito y quiere decir círculo sagrado, aunque también implica rueda y totalidad.
El mandala es una representación simbólica que actúa como continente y con un contenido que puede incluir otros símbolos y alegorías.
Encontramos mandalas o ruedas de poder en casi todas las culturas y tiempos. Desde los albores de la humanidad hasta las catedrales con sus hermosas vidrieras, hallamos estos símbolos, que transmiten serenidad y armonía no solo a nuestro espíritu, sino también a todo aquello que nos rodea.
Colocar un mandala en una habitación puede armonizar su flujo de energía, además de ser un elemento estético y servir como foco para la concentración mental.
En las estupas budistas, en las pirámides egipcias, en los templos cristianos o en las culturas precolombinas, por citar algunos ejemplos, podemos reconocer un simbolismo preciso, en donde la representación no es aleatoria, sino que obedece a una relación de formas geométricas y que inducen al que las contempla a ciertos estados internos de meditación

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